Y desperté en un mundo dónde tú no estabas. Después de todo
este tiempo, es duro arrepentirse de algo, pero si lo llevas arrastrando
contigo acabas acostumbrándote a la cruz, al dolor, al peso y a la culpa que
llevas a la espalda.
Esta noche sólo ha sido un golpe más, otro moratón en el
pecho, una expansión del agujero que tú provocaste. Y sin embargo, me mata
abrazarte y moriría así todos los días antes que despertar en mi cama y seguir
viva. Y seguir, algo que no estoy haciendo aunque lo intente. Y sé que no lo
intento suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario