26 nov 2009

Anatomía del alma


Dulces matices que de mi boca son nombrados
con melenas de rizos de un color caramelo
Avívame vieja ilusión de cuerdas,
frotadas unas contra otras provocando el supremo deleite.

Hacerme vestidos de compases etéreos,
de melodías de ritmos, de claves soleadas.
Reírme al sentir la caricia
que le produce a mi alma el roce de sus dedos.

Dibujo prados de notas rebosantes,
de cielos de ganas de abrazarte en mi pecho
y soltar una bocanada de aire, de aliento
de besos, melodiosos trazos en el oxígeno que nos rodea.

Hállese en el interior de mis sensaciones,
aturulladas en el fondo, donde las flores guardo.
Sonrisas y ojos, risas y miradas,
que se escapan en el aterciopelado deseo.

Sonido de vida y de muerte,
imitan con tono de mi distante desconcierto,
cuando sale de mí fuego esquivo,
de palabras tiradas a un huracán de sueños.

Pues yo soy la nube
y tú el viento que me desplaza,
que me golpea, suave, con calma,
al ritmo de los latidos de mis notas.

Grande, hermosa, extensa.
Eres rebuscada
y te vas a veces para no volver.
Y dejas de estar ahí, dentro.

Mi inspiración inspira hondo
y escribe letras que se enlazan,
que se aman, que retozan,
que hacen el amor entre ellas.

Juegan a esquivarse,
a esconderse, a hacerme reír.
Juegan a correr, por mi tripa,
y hacer cosquillas en mis intenciones.

Movimiento de cabellos de pincel,
como pelo la princesa de una torre,
apresada quiere dejarse huir, desbaratar sus ideas
y hacerlas fluir desde su cabeza hasta el final de la carretera de su melena.

Música, arte, palabras,
lenguas del alma,
alimento de espiritu,
vida de la mente.

18 nov 2009

Okupa.


Esponjoso estado de embriaguez me aturulla el subsconciente con imágenes sobre tí. Me acapara el pensamiento y las fibras de sueños se escapan flotando por mis oídos cuando recuerdo tu voz, melodiosa sintonía de lengua contra encía curvando los labios, de boca abierta y estirada, de boca abierta solamente y de caricia de paladar y lengua con los labios en círculo. Eso es lo que imagino yo cuando me dices te quiero.
Intenté que mis piernas crecieran y atravesaran kilómetros con un paso pero, desgraciadamente, me dí cuenta que el problema que la lejanía nos proporcionaba no se podía solucionar con sueños sobre largas piernas y distancias cortas. Y pienso, mil veces al día, si tú estarás pensando en algo que tenga que ver conmigo porque, si hay algo difícil en este mundo, es no cercionarme de lo que hay dentro de tu mente.
Y es inútil, como los besos que no diste, los que quedan por contar, como los abrazos que se escapan entre tus dedos, como las miradas con sonrisas inscritas en su iris que se desvanecen sin dejar ni un ápice de tí. Como tú, como yo, como las horas que nos quedan por pasar.

Los días se abren ante mí entre un gran prado seco de espigas, abriendo la senda que me llevará hasta el palacio que eres tú, atravesando el gran portón rojo de tus labios, subiendo las escaleras de tus dientes y tu lengua hasta llegar a la habitación de grandes ventanales negros, que son tus ojos. Buscar en cada recoveco de tu anatomía algún signo que me diga que existes, porque si no te lo dije, hay veces que me parece que sólo eres parte de mi imaginación. Vivir como una reina sentada en el trono de tus sueños, sintetizar tus recuerdos y formarme vestidos de gala con ellos, destruir con mi amor tu tristeza y abrazar tu omnipresencia que me acaricia con suspiros la nuca cada noche, a través de la brisa de una de tus ventanas negras. Defenderte de la vida y ayudarte a reconstruir las partes que se cayeron tras las guerras. Conquistar hasta el último lugar y paisaje que me ofrece tu interior con mis soldados y hacerte totalmente mía. Gritar en tu salón vacío tu nombre y escucharlo en miles de ecos que se propagan por toda tú. Serte fiel, porque eres inigualable. Cuidar de cada rincón de tu estructura con mimo y ocuparla con pequeños pedazos de mi amor. Morir entre cada una de tus paredes, que cobijan a mi alma para que permanezca allí, cuidando de cada parte de ese palacio que mantuve con mis manos y mis sentimientos, formándolo a partir de pequeñas fibras de caricias que deslizaban de mis dedos. Como si pintara un cuadro, como si creara belleza. Y ahí, sólo ahí, permanecerías hasta el final de los tiempos, impoluta, hermosa y distante. Ser la única ocupa de tu corazón.

Las guerras van y vienen, pero mis soldados son eternos.

9 nov 2009

Trozos de sueños.


A veces pienso que las cosas que nos importan cambian de estado. Todos los ciclos se pierden, se confunden, todo es tan extraño, llueve en nuestra alma. Y siento que si no estás no corre el viento, quizás fuera sí, pero no dentro de mí. Porque tú haces funcionar a mi cuerpo a base de suspiros que se pierden en la inmensidad del cielo, palabras que gracias a tí puedo escribir, enlazar, cambiar, perder, ganar, dar la vuelta, ponerlas del revés y siempre, siempre sonarían a tu belleza.
Escúchame ahora que puedes y lee lo que te cuento, son como pequeñas historias que debes de oír para que no me olvides. Melodía verde de ramas que se unen formando la carcasa de tu mente, nudos que se confunden con emociones que tu cara aspira. Y en la noche jamás estarás sola, eres la dulce estrella de mi oscuridad. Los retazos de un sueño que parecen recuerdos lejanos me gustaría unirlos todos junto a tí...

Esta noche quiero perder la consciencia que me hace temblar cada vez que te veo venir y volverme invisible tal vez, sentarme a tu lado, escucharte escondida como hablas, protegerte de noche a los pies de tu cama, descifrar el sentido de tus sueños, quedarme los besos que se escapan cada vez que respiras...
Ojala nunca cambie esa forma que tienes de estar en el mundo. Ojala que el tiempo no te cambie, cambia tú al mundo.
Y pasan los tiempos y cambian los aires, y todo lo que creímos nuestro ya no lo tenemos. Sólo quiero saber que tú sigues amándome desde ese lugar que llamas "el lugar perfecto", yo quiero estar donde estés tú para nutrirme de tus labios, besos que engordan mis noches de sueños sobre tí. Soñamos con cielos de donde llovía limonada y donde los taxis amarillos se detenían en cada parada y te llevaban a un planeta distinto. ¿Quieres tomar algo, muñeca? Yo para desayunar engullo las sonrisas bonitas como si me sirvieran de algo, la belleza no se pega y eso está más que claro. Hablaban de mariposas que te hacen cosquillas, cuando te veo y acelero mi velocidad pero, ¡eh, eh! ¡Echa el freno! Por ahí pasa una monada como tú y tengo que pararme a observar, como un espejismo, aparato de várvulas que estallan, tus ojos escapan de mi entendimiento, ¿qué significa que cierres los ojos mientras te digo que te echo de menos? ¿Es como si te doliese? 
Echo de menos mis días de verano en los que aún no me querías, en los que aún quedaba algo de mi niña y te prometía la Luna y travesías de caravelas junto con malvados piratas. Días en los que sonreía sin porqué y en los que lloraba por gusto. Te quiero, ¡si! Y sé que estoy llorando ahora y que mañana volverá a pasarme, lloraré siempre por tí, por el dolor que arde siempre que te recuerdo y porque no conseguiré nunca deshacerme de tí. Es algo que no puedo evitar.

Las palabras hoy se alejan y se contraen en mi pecho, recordándome cuánto me costará desvanecerte de mi memoria. Porque las horas no pasan sin que tu voz no las mueva. Porque no sé como rellenar el tiempo que siempre fue tuyo. Y viene alguien y me pregunta:
-¿Si te bebes el mar qué pasa?
Y yo le iba a responder "que todo sería perfecto", cuando sus zapatos rojos le hicieron correr y ya no volví a  verle. Y lloré pero ya nadie me escuchaba. Y era como la nada, como una nube en la que caigo y me lleno de pequeñas motas blancas. Nunca me enseñaron a contar ovejas. Todo hace "¡pop!" y desparece como en pompas de jabón. Veo tu sonrisa. Nuestras manos. Tu boca. Mi boca. Ya falta menos. La unión de ambas y explotas los fuegos artificiales en mis ojos, que te miran antes de unir nuestras palabras de nuevo. Boom, boom, boom. Más y más. Como si huyera, como si corriese. Si. Los latidos se escuchan. Boom, boom.
Ya alquilaron el último submarino y... Boom, Boom. Explotó al fin.

El despertador calló vibrando de la mesilla de noche, aunque era de día. Y mis ojos se abrieron viendo el techo blanco de mi habitación. Blanco como aquellas nubes.

1 nov 2009

Barcos que se apagan


Después de horas caminando, después de que tu cabeza sangre tras la caída, después que tu corazón se vaya desprendiendo poco a poco de tu pecho formando un camino de migas de pan, después de crear océnaos de lágrimas saladas y barcos de vela que se apagan con el soplido del viento... No somos los mismos.

Creí que todo lo que nos unía estaba por encima de este inmenso lago, de esperanzas que se hunden como en arenas movedizas, de sueños que se deshacen entre las olas de tus besos, de lágrimas sobre barcos velados que hacen que se apaguen. Mis ojos enrojecen con el atardecer y se aclaran mediante tu dulce alborada, pensando que durante la noche y mediante mis ganas, creaste en mí el sueño perfecto de tus párpados, que cerrados se entregan a la fantasía y que al abrirlos se queman con la luz de ese sol que nos juzga. Lejos de lo que eres y de lo que jamás serás me atraviesan con espadas tus palabras, como finas armas de hielo que se derriten con el calor de mi sangre y envenenan mi interior, como el elixir de el amor corrompiendo mis huesos y no. No puedo. Ya no puedo quererte como lo hice ayer.
Es tan duro darte cuenta de que nada sirve para olvidarse, de que por mucho que te golpees con la misma pregunta no saldrá la respuesta disparada de tu cabeza, como una caja registradora que te brinda el dinero que te debe.
A veces lloro de tanto suplicar cansada de las palizas innecesarias pero, escúchame, cuando te tiren al suelo es donde te debes de quedar. No sé por qué has dejado de girarte y sonreirme, de decirme que algún día en algún lugar dentro de un tiempo. Estoy cansada de sufrir y aunque sé que todo el mundo sufre, estoy harta de lastimarme con tus ilusiones, con tus imágenes que, mandándomelas desde tan lejos, nunca llegan nítidas, nunca me sacan de mí misma, nunca me descubren nada nuevo, porque sé que no existes. Que aquí no existes y que, por mucho que lo intente, jamás existirás, porque sólo eres un sueño defectuoso que quise arreglar y hacerlo mío, pero esa es una de las cosas que hay que dejar atrás.
Siento punzadas dentro de mí, de nada me alivia saber que donde estés estarás bien, sé que yo no soy quien te protege, aquí, estancada, pensando como serás. Yo no puedo dar mi vida porque ni siquiera sé dónde está la tuya. Y aún así, pienso, que no tendrás lo que hay que tener para decirme que no me quieres, que no me quieres como lo hacías ayer... Porque si no eres capaz, yo tampoco lo soy...
No me hagas sentir culpable porque me haces débil y todavía te deseo, pues prefiero que me odies a que me rompas. Eras todo cuanto quise y por ello intentaré salvarnos... Aunque de nada sirva el esfuerzo, porque ya no te quiero, ya no pienso en tí todas las noches, ya no visitas mis sueños, ya no me despierta en la madrugada tus gritos de necesidad. ¿Por qué? Porque no me extrañas y ya no me necesitas...

Nunca volveremos a ver la verdad de cerca.

27 oct 2009

FRUSTRACIÓN


Es tan difícil creer que puedes conseguirlo. Los trazos en el papel salieron desiguales, desentendidos, desproporcionados y brotan de mí las lágrimas. No puedo crear belleza con mis manos, ciencia difusa del lápiz y del papel, de mis pensamientos y mis emociones, de mi imaginación hecha añicos por lo imposible. La frustración corre por mis venas como caballos salvajes buscando un lugar que les alimente pues no emana de mí dar la vida a las imágenes trazadas. El tiempo corre de nuestra cuenta y no es difícil imaginar quién o qué vendrá después a llevarse lo que nunca tuviste. Necesito esas ganas de superación, de inspiración arcaica en los tiempos en los que era alguien. No llegaré a la meta por los caminos por los que me guío. No hay nada detrás de la hoja, sólo está la mesa, esperando que me apoye en ella y deslice mi suave inspiración desde mi mente hasta mis dedos, intentando crear con algo que jamás tendré. El talento. Mi falso don es artificial, creado a través de mis sueños. Soñé tantas veces en poder lograr algo por mí misma, algo que de verdad me gustara. Dediqué mi vida a ello y él se llevo mi vida, diciéndome que no era posible, porque esto no me pertenece, ni esta goma que borra ilusiones, ni este folio donde me libro de mis ideas por un momento plasmándolas ahí, lejos de donde estoy yo, en la inmensidad de los ojos de la naturaleza y la genética que hicieron de mí el prototipo de una persona que consigue fabricar la hermosura del alma de las cosas, cosas que dibujo, una y otra vez, y me son mecánicas porque no tienen alma. Ahí es donde los pasos se desvirtúan y pierdo mi razón...

No soy capaz de nada de lo que me propongo, a veces parece que sólo dibujo por el simple hecho de superación y admiración. Ya ni siquiera disfruto dibujando porque todo me parece penoso y lleno de defectos que voy sumando, poco a poco, conforme mi subjestión me va dictando que piense...

Quisiera poder creer que soy algo más que una perfeccionista, una falsa modesta y hambrienta de fascinación frente a los demás. Pero no, no hay nada más que esto que soy yo. No hay nada más que ese deshecho que llamo yo "arte" y que no me fue brindado a mí. Un don que no era el mío... Algo que si tuve... Lo perdí.

12 oct 2009


NOSOTRAS

En mi amor encontré todas las cosas en las que podía haberme convertido de no ser por tí. Las almas de las que me alimento no siempre son las que debería de haber arrastrado conmigo. No soy una fuente de luz. Sólo soy un agujero de nada en la tonalidad rojiza de tus labios. Quise quedarme en tus ojos, imaginé besarte de mil formas para poder, algún día, hacerlo como debe ser. Intenté imaginarme esperando en la puerta de tu primer abrazo, curvando mi boca y haciendo curvar la tuya. Pero desde que tu voz se perdió en la lejanía de mis sueños, en los prados inmensos llenos de kilómetros y kilómetros de pensamientos ilícitos, en las risas que perdí cuando tus brazos abrazaron el adiós y mi olvido. Tus largos paseos por mi mente ahora me son amenos, cuando solía recordar lo cerca que estuviste de rozar mi desesperanza símil de mis labios. Te perdí de todas las formas que se puede perder a una persona. Si te digo la verdad, jamás quise hacer de tí una de mis imágenes al despertar porque sabía que tú eres la obsesión que me perseguía. Quise creer que un "hola" era un comienzo pero era sólo el nudo de esta discusión entre lo que debo y lo que quiero, ¿de verdad tus ojos lloran cuando piensan en mí?
Tú eres parte de mí, de todo lo que soy. De sueño en sueño quise caminar porque lo que parece real a veces se despedaza entre mis lágrimas, que, exporádicamente, caen en épocas explícitas del año. Hoy es lunes y estamos en otoño, generalmente llueve y los árboles se quedan sin hojas. Siento que soy como un árbol despojado de sus hojas. Y esas hojas son las sonrisas que me prestabas para poder dormir... Cuando tú desaparecías de mis sueños.

Mi retina obtiene de tí todos tus valores y los va sumando, poco a poco, como si no tuviera nada mejor que hacer. Tu forma al andar, al reír, al callar, al sonreír, al enfadar... Tú forma de ver las cosas, tu tono al hablar en cada momento del día. Tus partes del cuerpo más destacables, tus partes del alma más impresionantes... Tú en tu conjunto, formabas la persona más importante.
Nada más puede lucir delante de mí que me parezca carente del lenguaje de la poesía eterna que guardas en tus ojos, estás llena de agua. Inundas mi esperanza de ilusión que se agrieta con el paso de tus toneladas de agua que me deja intransigente. Nunca pude entender lo recíproca que era nuestra relación. Aún así, debo decirte, que no soy una de esas personas que permiten tener delante lo que no pueden alcanzar.

No soy la parte más importante de este cuento de hadas, el despecho que sigue durando pese a las pocas veces que hice de tí mi fantasía duele como algo que dejó de ser mío. Nadie podía entender que pasó con nosotras cuando me tenías rota, pendiente de tu mano, a punto de soltarme para siempre al vacío. Caí en tí, perdiéndote para siempre. Mi única verdad es esta esperanza que dura lo que dura que un susurro haga que florezca entre nuestras bocas un enlace de sentidos imaginarios.
No puedo huir más, me caí antes que tú y aquí estoy, no hay nada detrás de nuestras espaldas, que trazaron nuestro camino. Pensé en tratar de olvidar pero tú eres todo lo que soy y lo que seré algún día. Sin vida me rendí pues tú eres mi fuerza y sin ti no soy, no puedo continuar más, nunca más.
Quisiera ser el aire que sale de tus pulmones, recorrer tu interior y embaucarme de su belleza, ser lágrima que por tu cara recorre el precioso contorno de tu piel al perfil de mis ojos externos, que te miran sin cesar. Por tí creé muros por los que nadie pudo ver a través, porque nadie se complementa de la facultad de ver, de conocer, el interior de la persona que tantas veces murmura su nombre en el infinito charco de sus ojos. Mi única paz la hallé cuando decidiste dejarme en una habitación pequeña sin vistas en algún rincón de tu corazón. Desde allí pensaba que subir algún que otro escalón hasta poder rozar tu barbilla sería la tarea de mi única vida, desaprovechada mediante incansables jadeos en la batalla. Allí estoy, tras la lucha. Rota. Y por mis rozaduras corre la sangre de gente que no conozco y ni tan siquiera querría conocer.

Cuando la noche caiga sobre mis párpados no cerraré los ojos, por temor a encontrarme al día siguiente una cama vacía. La soledad pasa un brazo por mis hombros y me dice que todo saldrá bien, pero las caricias que guardaba en el congelador de mi incoherencia están caducadas y a punto de estallar. La pena me consume como el oxígeno pero esta vez el corte es tan profundo... No cicatrizan las heridas del alma.
Y sin embargo "algún sitio" me parece la frase perfecta para empezar a caminar. Hacia algún sitio. Nadie dijo que fuese tan complicado posar un pie sobre la tierra, esa tierra que nos da algo por lo que vivir, una superficie por la que empezar a andar, como si lo único que nos quedara fuese eso. ¿No tuviste lo que deseabas al estar conmigo? ¿De verdad te insistí tan pocas veces?
Querida, no tuviste lo que deseabas para ser libre. Ya no estás sujeta a este mundo que no nos valora como somos. Tú vuelas cerca y puedo verlo, puedo sentir como rozas con tus alas mi pelo y me haces girar, mirando al cielo con los brazos estendidos. Parece mentira que pueda existir un lugar para tí y para mí, un lugar donde nadie necesite una razón para estarlo y donde yo sueñe esto mientras no pueda soñar nada más. Nadie va a dejar de pararte los pies a cada movimiento, allí estoy, guardián de nuestro edén perfecto como si de nada valiera este sufriemiento. Es cierto que te evaneciste en el silencio especial de aquella tarde. Mis ojos vieron tu sangre correr entre el acero deformado y contorsionado con la velocidad del golpe. Yo no corrí a salvarte, vi como se te escapaba la vida desde un lugar seguro donde tú no estabas. Donde ya jamás estarás. Para tí, los lugares seguros, corrieron a esconderse.

Las palabras escurren de este lápiz, dulces palabras que quiero entregarte pues todo lo que dices es sagrado para mi. Tus ojos eran tan azules que no podía mirar a otra parte. Prometiste que te quedarías conmigo y, aún sabiendo que eres mi razón de vivir, te marchaste. Me la quitaste de las manos. Sabes que moriría solo por abrazarte, quedarme contigo, hacerte un hueco que te has ganado en mi amor. De alguna manera te mostraré que eres mi cielo nocturno y que siempre he estado tras de ti, ahora siempre estaré a tu lado. Nunca pensé que diría eso pero nunca pensé que existieras.

Como podrás darte cuenta hablo de distintas personas. O distintas facetas de un mismo organismo. Ese organismo, esa persona, soy yo y esas, esas son "nosotras". Siempre cerca para hacerme sentir... algo. Una caricia, un suspiro, un alivio, un poco de ese "algo" que todos necesitamos. Ese algo que nos hace personas y nos da el alma para serlo. Soy un montón de ellas sueltas por mi cuerpo y cada vez pierdo a alguna, hasta que, algún día, consiga tenerme a mí yo sólo, sin nadie más revoloteando alrededor. He vivido con una sombra en la cabeza, he soñado con una nube debajo de mi cama, he estado sola por mucho tiempo atrapada en el pasado y parece que no puedo seguir. He apartado a un lado el tiempo para limpiar un pequeño espacio en los rincones de mi mente pero, aún así, no he conseguido el espacio suficiente para mis ilusiones de ayer convertidas en estatuas de sal. No soy fuerte, no podré llevar conmigo tanto peso, tantas vidas... Pero, ahora, ven conmigo.

Pronto estaremos a medio camino de algún sitio donde el amor es más que sólo tu nombre.


Noem.

29 sept 2009


ALMAS
Nuestras células se componen de muchos orgánulos, de retículos endoplásmaticos lisos o rugosos, de libosomas, de ribosomas, de la solución acuosa que las componen llamado citosol, de una membrana nuclear, de un núcleo donde nuestro ADN se esconde. Allí, donde nadie puede llegar, estamos nosotros mismos y, es posible, que nuestra alma sea nuestro ADN concentrado. Por eso, para mí, después del corazón viene el alma para darnos vida. Los tejidos que componen nuestro cuerpo son tantos. Yo jamás pude memorizar de cuántas palabras se rodeaba mi alma, como una envoltura que guarda un gran secreto. Tú no puedes explicarme qué soy, qué seré, que conseguiré, qué descubriré. Tú no eres capaz de entender las veces que he llegado a querer arrancarme el ser de mi interior porque tu dolor es intenso. Las gotas de sangre que brotan de los ojos de mi alma son heridas contínuamente abiertas, que no sanan, y que jamás lo harán si tú para entonces sigues ahí. Las cosas no son fáciles, la vida no es fácil para nadie, pero es fácil decir que ser feliz es darse cuenta de que nada es muy importante, pero, ¿qué pasa si lo importante es muy, muy importante? ¿Tiene que dejar de serlo por el simple hecho de que la felicidad así lo dicte? No, no lo veo lógico.

Nuestro cerebro se compone de neuronas, de mente, de recuerdos, de pensamientos, de miedo y emociones, de conocimientos. Pero todo eso, aunque sea mucho, es un incesante y vacuo estado de consciencia. Sientes que tú cabeza se llena pero de vacío. El cerebro pierde el control y ya no eres capaz de sacar tus alas y echar a volar lejos de aquí, huir, para dejar de ser descubierto. ¿Por qué todo el mundo quiere saber cómo soy? Estoy repleta de espinas, de espinas profundas de las que no me apetece hablar porque cada vez que lo hago... de ellas manan sueños.
Lloro cada vez que siento que algo se inestabiliza, que algo pierde el equilibrio, que algo llega a romperse. Retumba en mi interior el "crac" de todas esas cosas que en pocos segundos se disuelven como motas de polvo. Tú liquas mi ensueño y me haces elevar mis ilusiones y repartirlas por todo mi contexto. Grito "es una ilusión, no es real" y lo repito veinte veces. Pero no es suficiente pues vuelvo a caer en la misma trampa de dientes que desconfían de mis ambiciones. Quiero conseguirte, ansío tenerte. Pero, Dios, no es sufiente. No consigo alcanzar el cenit que con tanta obsesión guardas de mí, como el regalo funerario de una muerte inacabada que vuelve a despertar, así es tu amor que se manifiesta a través de mis mil mensajes al cielo. La nube que me llevaba hasta tí descarrila sin control y se vuelcan mis lágrimas de fantasías que no llegan a la subconsciencia para que mis neuronas trabajen en el sueño deseado. He volcado la copa de tus sueños conmigo, he buscado tu olor en el aire, en mi ropa, en mi colección de fragancias que aún permanece inacabada porque aún falta la tuya. Todavía no la encontré.

Vuelan hacia mí tus deseos y crees que soy una especie de mago de la lámpara, pero, !oh, qué equivocada estás! Jamás pude hacer nada que fuese real y ahora no será distinto. La felicidad se brinda en pequeñas porciones que no percibimos, pero que están ahí, intermitentemente.

Estuve a punto de pensar que algo no andaba bien, que una vez más la desesperanza volvía a caer en mi cabeza una y otra vez recordándome que estoy sola. Las luces que creía ver asomarse por la ventana de mis ojos eran simples faroles. Pues lo único que atacaba a mi desconsuelo era la nocturna mirada de tus ojos, que me llaman desde algún lugar del mundo. La vida se muestra capaz de saborearme tranquilamente mientras yo muero de agotamiento, cansada de tirar del universo para poder contemplarte. Mi retina no es capaz de memorizar tu rostro cuando en una foto puedo verte, ver lo capaz que serías de enamorarme aún más si te encontraras aquí pero, ahora, sólo puedo vivir de cachitos de carne que se me antojan banquetes. Sé que no tendría que preocuparme cuando nuestras manos se entrelacen para siempre, cuando nuestros besos se fusionen como una melodía aterciopelada que seduce y suaviza todas y cada una de las cicatrices que me componen. No sabes lo que guardo en mi interior, es como algo que inevitablemente cambiará cuando te hayas ido.

El cuerpo humano se caracteriza por la complejidad de su funcionamento, aparatos enteros, órganos, músculos y demás. Todos son iguales en todos nosotros a no ser que sufran alguna enfermedad, pero técnicamente, somos los mismos. ¿Qué es lo que cambia, lo que nos hace diferentes? ¿Son el color de ojos o del pelo? No, no es eso. Es nuestra alma. Nuestro monstruo. Cada uno tenemos uno. Uno diferente al otro. Dime, ¿cómo es el tuyo?

25 sept 2009


ES CIENCIA

Dos besos de sal acaramelada... Esa es mi desilusión que se manifiesta en tu mejilla cada vez que nos vemos. Dos besos, sólo dos y tan lejos de tus labios. Mis palabras te llegan en nulos susurros, son tantas nimiedades los porqués de tu existencia... Algunas veces pienso que eres fruto de mi imaginación y me rompo en cristales. Vuelo, desemboco en la saliva de tus ideales y me vuelvo tejido de tus pulmones sólo para escuchar si se acelera tu respiración cuando me acerco. Pero, no se oye nada.

A veces pienso que mi suerte se cuestiona, que alomejor el amor está hecho para otros corazones más capaces, que de mis árboles de sueños antiguos borraría de ellos mi colección de musas por tí. Pero claro, eso no te es suficiente. Nada es suficiente para tí. Quisiera saber qué es lo que quieres de mí, si pretendes matarme con tus sonrisas apenadas. El alma se me encoje al sentir el caos, de mi interior surgen vientos huracanados que se escapan en forma de vapor en invierno y en susurros en verano. Tú eres, por cada parte de tu cuerpo, una nota de solfeo, eres mis pestañas cuando se cierran y hecha sobre tí arena Morfeo.
Ya no sé que hacer para que me mires de todas las formas que yo sueño. Si fuera capaz de coger todas las cosas que te gustan de este mundo y convertirme en ellas, todo, absolutamente todo sería más fácil. En ocasiones me olvido de que estoy muriendo por tí y te sonrío, me río con tu risa que se entrelaza entre las ondas del sonido y entonces es cuando te miro a los ojos. Me penetran, me oscurecen el alma y me la llenan de hormigón que me hace pesar más de lo debido. Después de una conversación contigo me marcho como si nada de aquello hubiera pasado y pienso: ¿Qué me pasa esta vez?

Las barreras del sonido se rompen y ya nada se escucha, porque sobran las palabras que decirnos. La lluvia cae sobre mi rostro, he sudado al huir. Cae y cae y cae. Vuelve a ser incansable. Vuelve a ser imparable y ya no siento. Mi ropa empapada me hace pensar en tu boca, cuando lames tus labios también lames mi razón y la despedazas con tu espada de pena y culpabilidad. La lluvia se confunde con las lágrimas que ojala vieras, quisiera que te dieses cuenta de cuánto y cuánto podría dar por tí. La dulzura de la inspiración es escasa cuando nada tienes que decir y las palabras se entrelazan como los colores del cielo del ocaso, de atardeceres con apologías estridentes que te dejan fría cuanto más quieres saber de ellos.

Quería saber cómo se comunicaban los abrazos, de qué lenguaje hablamos con los ojos, cómo sabemos que al cogernos de la mano se pueden sentir chispas. Quería explicarte que al final de los mapas no nos esperan dragones y abismo, que el mar sigue y sigue, grande, hermoso, antiguo y sabio como ninguna otra cosa. Ojala supieras que tu sonrisa se asemeja a la de las sirenas que cantan canciones a los marineros perdidos. Soy capitán de mi nave añorando tus roces y aleteos cuando despegabas del suelo de roca marina y... volabas. Vuelas por encima de mi alivio, por encima de mis miedos, por encima de mi amor y mis barreras, siempre vuelas por encima. Tus alas son movimiento de esencia de mariposa , tu magia se debe a la manera que tienes de hacerme sentir viva. Estoy sumamente rota, la eternidad cae sobre mí como un aplastante torrente de mis pensamientos que fluyen como cataratas, luego ríos y luego, nada.

Vine a reunirme contigo desde algún lugar, a decirte que lo siento... Tú no te imaginas lo maravillosa que eres. Tenía que encontrarte, decirte que te necesito, decirte que intento separarme tu aliento. Dime tus secretos y hazme tus preguntas, estoy preparada para volver a nuestro comienzo. Sigo el rastro que deja tu fantasía en añicos, siempre de frente a la ciencia distante de tu líbido. Nadie dijo que era fácil esta vergüenza que siento al separarme de tí. No nadie dijo que era fácil, nadie jamás me dijo que fuera a ser tan difícil. Elevame al ensueño.

Las cuestiones de la ciencia, de la ciencia y el progreso, me son desconocidas y no hablan tan alto como mi corazón. Volvamos a ser como somos, por favor... Intenta fantasearme.

20 sept 2009

Era Evidente.
Hoy el mar está triste para los dos. Duelen las palabras que me dijiste hoy y no tienen nada de afilado o doloroso. Las estrellas no han salido a saludarme como lo hacian cuando tú estabas. Mis ojos lloran y ya no sonríen como hacían cuando tú me regalabas tus sonrisas. Mil lágrimas derrapando por encima de mi labio, no me las retiro. No hace falta. Caen y caen, incansable, infinitamente y siento que mi boca se desborda de dolor y amor. Tus ojos era luces intermitentes sonriéndome en un pasado que parece ser lejano, lo más cercano es la expresión que tu cara adoptó cuando supiste que la suave brisa que acariciaba tu rostro venía de mis profundos supiros. El hilo de mi esperanza sujeta sobre mi lengua las palabras que no te dije sobre tí. Sobre mi interior. Sobre tu alma que se me antoja perfecta. Eres el dulce pensamiento creado por la imaginación de un ángel...

Soñaba contigo y con estrecharte entre mis brazos pero terriblemente se convertía en una pesadilla cuando te convertías en plumas a mi alrededor. El paño que empapa mis ojos es la esponja de mis errores. Absorbí parte de tu recuerdo y repartí tu memoria entre mi mente ordenándote alfabéticamente por la palabra "M". Otro amor clasificado con erratas verosímiles. Otro amor que cambia de lugar en la memoria. No sé con que sonrisa mirarte, si son pocas palabras las que digo y si es mucho tiempo el que te dedica mi mente. Las sensaciones que produces en mí.... No sé que clase de hechizo arcaico me has echado pero no quiero olvidarte en un rincón como algo que salió mal... No puedo obligar a que me quieras como yo te quiero pero me es imposible abrazar el adiós como un viejo amigo. Eres el último amor sufrido.

Día de lluvia ácida que deshace mi corazón hecho trizas, palabras que mis dedos teclean entre burdas lágrimas que me hacen resbalar. Sollozos se escuchan en ecos que se propagan por toda la habitación. Me duele tanto el alma... Por las grietas que tú misma hiciste se escapan las mariposas que dibujaban vuelos acrobáticos en mi estómago y me hacían soñar y soñar y me acompañaban en aquellas noches noctámbulas en las carreteras de tu negro pelo. Quiero, quiero pero no puedo. Deseo tus huesos pero no puedo. Tu alambrada de rosas que se marchitan de amor me impide abrirme un camino a tu corazón que permanece abierto. Tus besos imaginarios son pequeños bocados del sentimiento que me escondes...

Y siento que el amor está muerto cuando me doy cuanta de que estaba amando a un ángel.

22 ago 2009



EN UNOS CUANTOS SEGUNDOS

Como el mar me dijo adiós con la mano de espuma,
como utilicé mi pluma para hacerte un cielo,
como cuando el perdón pasó mi culpa,
y tus manos calmaron mi deseo.

Dos pesados besos de tus labios agridulces,
credos que desaparecen cuando un océano de mantas nos cubren,
dos segundos de tenues luces azules,
y tus ojos respirándome miradas que me escupen palabras entrelazadas.

Vagas esperanzas y el segundo se hizo eterno,
entre los besos y abrazos en un mundo de sueños amarillos,
el adiós de ese mar se quedó lejos,
cuando llegaste y pusiste tu lengua colgando en un apaño daño crítico.

Bases de risas amortiguadas por tus dientes,
que se encienden y se apagan como luces fluorescentes,
en una oscuridad donde nuestras entes dejan de entenderse
por palabras que se escapan de susurros sonrientes.

Me miras y yo lo siento,
como si tuvieras unas alas encaramadas en tu espalda,
antes para entenderme usaba espadas
y los puñales envenenados eran parte de mi alma.

Una coraza que protegía el interior
y lo sigue haciendo porque no pude olvidarme de ella,
pues son tantos los motivos por los que sigo pensando,
que en esta noche de imprevistos y sorpresas, te quiero de aquella manera.

Fuerte, valiente y claro,
sigues besando mis intelectos y haciéndome sentir celos,
son como fuego que se escapa detrás de tí, ilumina como un faro,
y hago parar para decirte un "volvamos a empezarlo".

Palabras que el tintero llevó a la boca,
lamiendo la punta y haciendo fluir los secretos escondidos de mi ser,
fuerte dolor de alma de roca, mi cuerpo con el tuyo se disloca,
vuelve loca mi subconciencia de sueños de escased.

Y en todos esos sueños sales tú, haciéndome sonrisas de sal.

15 ago 2009


HELADO DE MIS SUEÑOS

Que graciosos me parecen esos recuerdos cuando tú, tan dulce, me regalaste esa flor. Pasamos un verano inolvidable, parecía ser eterno y lo parecía de verdad. Ya me estaba creyendo que había encontrado a alguien que no fuera un misántropo o un excéntrico. Siempre daba con gente así y empezaba a dudar de mi suerte.
Tuvimos una conversación antes de todo lo siguiente y no creo que pueda olvidarla.

-Que bonito el día de hoy. ¿Vamos a la playa?
-Hoy... ¿Estás loco?-no lo dije a mal, fue graciosa su cara de risa contenida.
-Vamos... Me haría ilusión besarte con un mar de fondo.
-¡No digas esas cosas! Sabes que me pongo roja enseguida...-así fue.
-Lo sé, pero es gracioso.
-¿El qué?
-Esa manera que tienes de mirar las cosas, de observarlas. Mirarte es como... No sé expresarme.
-No te preocupes.-me sorprendió ese comentario suyo, fue espeluznante.
-Entonces, ¿vamos a la playa?
-Oh, Dios, no me apetece...
-Hace un buen día aunque podemos ir otro si así lo prefieres.
-Lo veo lo mejor...
-¿Qué te pasa?
-No sé.-miré el mar. En realidad si que lo sabía.
Hubo un silencio. Se oían las olas del mar de fondo como una banda sonora natural.
-Creo que se acerca.
-¿Hum?
-El final del verano. Volveré a mi ciudad dentro de tres semanas como muy tarde.
Ya no me acordaba de el helado que había comprado hace diez minutos. Noté como se deshacía entre mis dedos mientras hablaba con Javi. Lamí la parte que tenía manchada de helado y seguí mirando a un punto muerto, donde la mirada de Javi no me llegara. Fue incómodo.
-Pero, no te vas a olvidar de todo esto, ¿no? ¿No me olvidarás, verdad?
-No sé, no me apetece sufrir...-no le miré hasta después de unos segundos de haberlo dicho.
Era triste verlo. Como... se rompe.
-Entonces... ¿se acabó?
-No sé, de verdad que no lo sé. No sé nada, de verdad que no sé nada, Javi...
-Pero, yo...
-Lo sé, pero no quiero oírlo. ¿Sabes? Hay una cosa que nunca va a cambiar. Cuando vuelva el año que viene volveremos a vernos y todo volverá a nacer. Será una vida fénix. Y no sé... No me apetece sufrir ahora para que el año que viene esto vuelva a suceder.
-¿Por qué ahora? ¿Por qué no disfrutar estás últimas semanas?
-Porque, Javi, esto no volverá a suceder la semana que viene, ni el mes que viene, ni el año que viene... Porque me he cansado de un amor de verano, porque te quiero pero... Pero no. Tengo dieciocho años y un mundo por conocer. No puedo estancarme en esto, necesito conocer algo más, un poco más... Y necesito sufrir experiencias, enriquecerme, inspirarme y querer cosas distintas. Necesito tu amistad, es lo único que te pido...
-¿Y qué haré yo? Sin tí, nada de esto tiene sentido.
-Piensa en las cosas que hacías antes de conocerme, las cosas que te llenaban y haz como yo. Vuélvelas a utilizar y crea otras nuevas. Vive más lejos de lo que tus ojos pueden ver. Sé un fénix que vuela sin renacer. Yo no soy tu última esperanza ni mucho menos, soy una de tus esperanzas y uno de tus muchos guías que encontrarás. Yo, por el momento, necesito madurar y ser libre para hacerlo. Perdóname...
Me levanté del banco donde estaba sentada y me dispuse a irme. Él me habló:
-¡Lo haré! Pero antes explicáme algo.
Paré en seco y ni me dí la vuelta.
-Dime.
-Gracias por acompañarme. Has sido la única que ha sabido comprenderme y tratarme de una forma en la que no me sintiera solo. Pero, ¿ahora que te vas, Soledad, qué me queda?
-Tú mismo. Ya encontrarás a alguien que sepa darte algo más que yo. Es así.


Ese día pedí que me llevaran de vuelta a mi ciudad. No volví a ver a Javi pero... De alguna manera supe que estaba bien. Yo seguí mi vida como quise que fuera y seguí siendo la única esperanza de muchas personas, aunque siempre les decía lo mismo:

No soy la única, soy una de muchas que encontrarás.

14 ago 2009


PARA ALGUNOS

Dios como me apetecía cambiar un poco esto. Me gusta escribir pero a veces me gustaría hablar un poco de lo que me está pasando sin tener que usar palabras muy bonitas para enlazarlo todo, poder decir "mierda", "joder" y esas cosas.

No sé que coño le pasa a la gente. Un día te quieren y se preocupan por tí y al siguiente desconfían de lo que haces. Se contradicen una y otra vez y me pregunto yo por qué me importa tanto esto. Yo paso de la gente y no necesito nada más de lo que poseo pero ultimamente me afectan algunas cosas y eso hace que sienta rabia. (Sobretodo por saber que las palabras de la gente "no importante" me influyen).
Dios, yo qué sé, no me siento con ganas de nada ahora mismo y tampoco hace unas cuantas semanas. De repente desaparecen personas que me importan y las que no desaparecen te dan la espalda como si fueras una pared. Es increíble.
Y claro que estoy enfadada y disgustada pero sobretodo estoy indignada y algo triste. Me sorprende ver lo que confían algunas personas en mí, (dicho de algún modo, nunca han confiado) y encima me hacen sentir pequeña e inferior, como si fuera un gato asustado. Por eso varias veces he pensado mandarlo todo a la mierda y empezar desde un -2. Me vuelco por personas que no se lo merecen e intento aumentar su felicidad para que todo se mantenga y a la hora de tener que pedirles ayuda se olvidan de lo que hiciste por ellas. Como dice mi hermano: "La gente está subnormal perdida." (No lo dijo ofendiendo a los que padecen esa enfermedad, aún así estoy de acuerdo). Yo nunca pido una devolución de mis "veces que ayudé" pero caundo de verdad lo necesitas no puedes hacer otra cosa... Como han fallado tantas veces, esos amigos, me han hecho que piense de esta manera. Diciendo que todas las personas, excepto mi familia, son ajenas a mí y me son indiferentes. Tanto como los programas que a veces pone mi madre en la televisión. (Dan asco).
Con esto último concluyo:

Si necesitais ayuda buscaos un psicólogo, a mí dejadme en paz, joder.


Noem.

9 ago 2009


COSAS


No hay muchas cosas que decir, ni que hacer.
No se me ocurre que puedo hacer para que te marches de mi cabeza. Ahora que nos viene bien te contaré mentiras para que tu angustia crezca y escapes de mi vida hecha de sonrisas con sabor a sal de tus dulces labios. El calor de tus mejillas era gracioso, rosadas risas caían por tu rostro mojado de hielo deshecho y descendían por cada cosa de amor que soltabas y se estampaba contra mi cara, de golpe. Esas cosas ya no pasan desde que dejé de soñarte, de acordarme de tí cada vez que te lloraba y te reía y es que me da miedo mirarte y ver lo que era el dolor amargo de tus ojos transparentes, pues no existes ya.
No quiero ganar ni ser la princesa de ningún lugar, no quiero ser fuerte, no quiero ser más. No quiero que te vuelvas...A marchar. Sabíamos que si y el mundo dijo no, no. Tú y yo con todo por decir y el silencio se calló. Ya no volvimos a ver las estrellas, desaparecieron cuando tú te estabas marchando. En esa gran ola de sentimientos marchitados y de relojes tirados por la ventana en domingo. En el cielo se pintan amargas luces de neón, nadie puede imaginar qué hay en ese lugar ni cómo es, yo imagino que debe de ser parecido a estar contigo. Dicen que allí nada es por casualidad y que todos descubren su camino. Mi destino.

Quiero caerme del mapa y descubrir un camino que me lleve al infinito charco eterno de tu iris. Oscuro trayecto y de final luz transparente y cegante. Quiero volver a tocarte el alma...

Y perderme eternamente para nunca ser encontrada.
Mi infancia es parecida a un sueño perdido... Algo que imagino pero en realidad no ocurrió así y eso me da rabia y ganas de llorar, ganas de reír y no poder hacerlo si no puedo recordar. Celebrar que me queda vida por gastar, darme un requiem por no tener siete vidas de más, envidiar a los gatos por poder tenerlas y alegrarme de no tener que estar pendiente de los demás. Siento pena de gente que no la necesita y ni me doy cuanta de que camino yo sóla sin nadie alrededor, sin nadie que pueda apenarme ni darme una alegría, sin ser mi amigo y estar a mi lado los días de tormenta. Si, son cosas de la vida que sorprenden a cualquiera que tenga buena vista, la cartera llena o medio vacía y un mundo entero para perderla y volverla encontrar. Sueños que se escapan de ilusiones quebradas, de ilusiones que fluyen lejos de mí. Mariposas que al alba encuentran esperanza de escapar de las hadas que me apresan aquí.

De que yo quiera escapar para buscarte de nuevo. De rescatar los besos perdidos en las palabras "muy lejos".

30 jul 2009


La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.

MI FILOSOFÍA

Hay dos maneras de volver al punto que acabas de dejar a tu espalda, una de ellas es darse la vuelta, la otra es dar la vuelta al mundo.
Opto por la segunda.
No hay nada, nada que pueda inmiscuirse, nada que pueda intervenir, nada que pueda hacerme parar. No puedes pulsar un botón y esperar que mi mundo se destruya. No puedes esperar que yo me preocupe por algo que no existe, no hay más oportunidades, simplemente no las hay. Y me gustaría crecer para ser más entendida en la vida, y me gustaría ver que mi filosofía es acertada, de momento ha fallado tantas veces que pienso que no es suficiente tanto descontrol. Necesito algo más que un simple yo y mis circunstancias. Algo más que esto que vivo, algo más que una realidad apestada.
No estamos tan locos, no vamos a entendernos porque no queremos, lo veo venir pues quieres acabar con todo, con tu puño fuertemente apretado. Y me atacas una vez más, con tu puño de ilusiones rotas, de esperanzas perdidas, de gritos retenidos, de ecos de una misma voz que rebotan en tu silencio. ¿Por qué callas, pues, si no te gusta oír como digo todas estas cosas?
No tienes pies para decidir, ni cabeza para pensar el qué. Hay veces que no te entiendo. Nadie nos entendemos unos a otros. ¿Ley de vida o ironía difícil de pillar? Sea cuál sea, jode de la misma manera.

Cuando estás al fin del camino, y has perdido el sentido del control y tus pensamientos han tomado su peaje. Cuando tu mente rompe el espíritu de tu alma tu fé camina sobre vidrios rotos
y la resaca no pasa. Nada se ha construido para durar para siempre
Estas destrozada. Pero no es culpa de nadie, ni si quiera de tí misma. Las cosas están hechas para hacerse pedazos en cualquier momento, para cambiarlas por otras más nuevas, aunque, es verdad que a veces esas cosas son insustituibles. Por lo que sea, lo son. Esa es la verdad.

Si te caes siete veces, levántate ocho. Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas. Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar. Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas. No sé que pensarás, pero yo pienso que muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras esperan la gran felicidad.

¿Sabes qué? Por más que me llenes de gritos, la verdad no está de parte de quien grita más.
Todavía pienso en las líneas de mi mano, que sigo hasta encontrarte a tí. No sé por qué me tratas de esta forma, hace tiempo que dejamos de ser extraños, no sé por qué me soplas de esta forma, si yo sólo quiero estar contigo, no irme volando. No sé porque me preocupo en estar presente, no sé porque me preocupo en aspirar aire si la vida no se vive por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento. Tú eres uno de esos momentos, esperando volver a repetirse y llevarse algo más que mi aire, algo más que mi aliento. Las grandes almas tienen voluntades, las débiles tan sólo deseos. Duérmete en los párpados de la ignorancia y descansa de una vez. No me dejas ni un minuto para poder ver lo que me rodea. Hace tiempo que todo eso desapareció, como tú. No hay ningún sueño en mente, sobretodo en la mía. Pero, la única verdad, es que la posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.

Y que tú aparezcas en ella, también.


26 jul 2009


Razón de existir.


¿Qué somos?
Piel, carne, huesos.
¿Deseos de besos?
Le pregunté al cosmos
de mi recuerdo.

¿Qué somos?
Respóndeme,
no hay tiempo,
no hay tiempo.
¿Somos sólo palabras de Dios?
Hechizo eterno
desde un intangible corazón.

¿Qué sueñas por las noches,
bella figura?
¿Sueñas con duendes, con hadas,
con plumas?

Abre tus ojos,
abre tus alas,
quitate el plomo,
da una calada.

Muere.
¿Esa es la respuesta a todo?
Muere.
No estamos tan locos.
Muere.
¡No pienso morir!
Entonces mi respuesta no sirve.

Te anhelo, te deseo, te necesito,
no hay agua, manjar o lugar,
intento no precipitar,
intento no ser esquivo.

Melodías al compás
de un viento que no acaba.
Un huracán de emociones,
Dios, ¿qué somos?

Me creaste
y me diste tu bendición.
Dime, ¿qué somos?
Blancos como la nieve,
albinos, lejanos, suaves siluetas.
Desbordancia de belleza.

Demonios surcan el cielo,
ni rojos, ni negros,
alas de plumas blanquecinas,
alas que se quiebran de nuevo.

Y dime, Dios,
¿qué somos?
¿Lágrimas de tus ojos?
¿Tristeza de tus actos?
¿Amor o desengaño?

Dime, Dios,
respóndeme sólo a esta.
¿Somos, pues, ángeles, mi señor?
Ni sexo, ni besos, ni huesos.
¿Somos tu deseo, mi señor?
Leo un sí en tu mirar,
en tu dolor.


Noem.

25 jul 2009


HISTORIA


Quería saber entender. Quería saber aguantar. Quería saber ser fuerte. Quería saber llorar. Quería saber sufrir. Quería saber sentir. Quería saber reír, sonreír. Quería saber besarte, abrazarte. Quería... Saber estar ahí. Y como puedes ver, nada de esas cosas las sé hacer. Lo siento.

Te extraño todos y cada uno de los instantes que vivo. Todos y cada uno de los momentos en los que vivo. Pero si no estás tú, ¿de verdad vivo? Te necesito, una vez más.
Somos uno. Dos almas sin derecho a rozar sus labios por pecado. Odio sentirme tan terriblemente mal, tan terriblemente bien, tan terriblemente indefinida. Dijiste que no querías cambios, que no querías sustitutos, que yo era lo que querías de verdad. Y tienes tanta razón.
Tratamos de contentarnos con lo que tenemos cerca, de juguetear con personas que no son nada más y nada menos que burdos sutitutos de lo que queremos de verdad, de lo que necesitamos de verdad. Te anhelo, hasta el final de mis días. No poder imaginarme tu olor, tu esencia, tus besos, tu forma de reír, de mirar... Me hace morir por dentro. Necesito todas esas sensaciones que me pueden hacer vibrar como una hoja sujeta al viento.
Esto no va a terminar así. Se entrechó el círculo a cuatro años. Juro que iré pasado ese tiempo. Lo juro por lo que más quiero en este mundo que iré a por tí y te traeré, que romperé estas barreras que nos mantienen cautivas en celdas distintas. Uniré los lazos de tu corazón y el mío.

Y por fin, estaremos juntas.

Nuestra historia es tan larga que no pienso dejar que termine así, como empezó. Tú allí, yo aquí. NO. ¡NI HABLAR! No hay más rabia en mi interior porque explotaría, esto no quedará así. Exterminaré todo lo que se nos ponga por delante, como si tengo que secar el océano y recorrer kilómetros andando. Hata llegar a tí. Hasta morir de cansancio en tus brazos. Hasta encontrarte.

Hasta dejar de sangrar por dentro. Hasta dejar atrás esas lágrimas de cristal.

No sé hasta cuándo estaré buscandote. Pero cuando te encuentre.
Seremos nuestras eternamente.

21 jul 2009


Madurez


Violadores de la infancia y de la inocencia, morid, pues ya habeis terminado vuestro cometido, aquí, en mis recuerdos. Que me acoja la vida como soy ahora, que no me juzguen las pesquisas de gente que abre la persiana al amanecer y bosteza agotada. No quiero mis ideales, allá vayan ellos sin mí, no los necesito. No quiero mi carácter si no hay nadie a quién mostrárselo y crea en mí. Hay tantas cosas por hacer, tantas cosas que descubrir. Esto no es suficiente. Odio ser una niña y que nadie me tome en serio. Hace tiempo que ya pasé la etapa de: "¡Mamá hay un fantasma en el armario!".
He crecido mentalmente y físicamente, sé que quedan cosas por vivir, que los males de hoy serán las risas de mañana, pero, ¿qué importa eso? Hoy es el ahora, y ahora me siento trozos de algo que fui. Ya no soy la misma, tengo mis problemas y hay veces que no sé como acatarlos. Hay veces que necesito ayuda y sé que intentan apoyarme diciéndome que aún me queda mucho por vivir, pero eso no ayuda, necesito otra cosa. Necesito que me den una abrazo sin pedirlo, que cuando me vean llorar pulsen el botón de Stop con un "te quiero y todo saldrá bien", que después de ese día estando triste me llamen al siguiente para preguntarme qué tal estoy. Necesito que se preocupen por mí pues no soy tan independiente como creen...

Por eso quiero ser una mujer. Por eso quiero que me tomen en serio, para que no me vuelvan a decir jamás que "el fantasma es inofensivo", no. Ese "fantasma" me da miedo, un miedo horrible y sé que lo tendré que espantar yo pero necesito ayuda, mi alma no puede aguantar más con la cruz ella sola pues se empieza a desquebrajar. Ya no me siento parte de. Hace tiempo que dejé de serlo, parte de una familia, parte de una amistad, parte de un amor, no. Desgraciadamente, contigo terminó el parte de y ya no existe un bis ni una continuación. Desgraciadamente.
Todos me ven una cría, piensan que mis problemas son juguetes rotos que ya los reparará papá, pero yo me siento mujer. Mis ideas fluyen de mi pensamiento, sé lo que voy a hacer, pero es cierto, hay veces que no sé lo que quiero. Soy tan perfecta e impoluta como cualquier hamburguesa del McDonald's. A veces no hay más remedio que tirar del humor.

No tengo aire ni para silbar. Pasan cosas, una detrás de otra que me sacan de mis casillas. Todo tiene un aura de dolor y rabia. No sé lo que contengo en mi interior pero hay veces que no puede evitar verterse. El color de la tristeza es tan azul como el mar anochecido y mi amor sufre de amoríos intensos que van directos en forma de metástasis. La madurez consulta con la almohada cada noche qué tiene que hacer. Y ella le responde que ya lo sabrá. Sólo espero observar mi intelecto mientras duerme, a ver qué sueña por las noches cuando la arena de sus ojos los adormece y empieza a idear. No hay palabras que puedan describir como me siento. Una mezcla de sensaciones directas al estómago...

Noem.

19 jul 2009

Se muere, se muere, se muere. Sin evitarlo, se muere. No hay cura, no hay médico, ella está sola, no la pueden ayudar, se da asco. LLora en silencio, pide clemencia, grita con todas sus fuerzas pero no es escuchada. Está perdida, siente miedo, tiene ganas de caer y no se le ocurre el modo. No se siente parte de ella, es algo extra, un estímulo le recorre la espalda con rapidez. Alguien la observa y, sin poder evitarlo, solloza. La ocuridad se ha apoderado de sus sentimientos, su única emoción es el horror y la tristeza, el miedo, se siente perdida y no existe un mapa del alma. Cada vez se vuelve más transparente. Por sus ojos desbordan inimaginables cáscadas de lágrimas, se ahoga. No puede respirar, algo le aprisiona el cuerpo, se siente atada y sin poder moverse. No puedo despedirme de ella, muere sola y en la oscuridad. Brota la sangre, se hace pedazos.
-Quien podría querer a una niña como tú, ¿no lo entiendes? Sólo jugaba contigo, quería ver como era, curiosidad solamente. Tú no me interesas en absoluto. ¿Pensabas que me había fijado en tí? Pobre. Das pena.

"Ves, es fácil. Lo frágil se rompe."

Un grito desgarra la realidad con un corte limpio. El telón se ha bajado. Para siempre. Se ha acabado la función...
Duele pero es real, mi alma engulle su recuerdo, acabo de olvidar. Aún la oigo gritar. Eco, eco, eco, eco... Y cada vez menos y menos. Silencio total. Sonrío.
Caigo desplomada al suelo, araño la indiferencia, araño la incertidumbre, araño el amor, araño tu esencia, me araño las partes de la mente. Y de repente, crash, el alma se abre y de ahí salen mariposas sin cesar. Una oleada de insectos voladores que han desplegado sus alas para ser libres. Su magia es incomparable y única, su magia me ha dejado fría. Muere un sueño.
El funeral de los corazones da comienzo. Se oyen orquestas, coros, pero sólo hay un ataúd dorado. La estancia se viste de rojo sangre y gris, se viste de tristeza y de complemento lleva la guaraña. Oigo una risa, crees que es mía, pero no te das cuenta de que La Muerte nos ha echado el aliento en el cuello. Sólo existe un último adiós. Era importante, ella era importante. La cebé a engaños y trucos, hice que sufriera por su bien, terminó todo con una indigestión de placer amargo... No quería que ella fuese pecadora, que la mataran. Preferí deshacerlo, romperlo y fue fácil. Horriblemente fácil. Engullí su alma, su recuerdo y he olvidando su estancia en mi vida. Pego una calada al aire y pienso: "No se ama a una hermana" . Y duele, joder, claro que duele. Pero no permitiré jamás que alguien le diga que tiene el aire contaminado, que morirá ante Dios, que será mandada al mismísimo infierno. No, eso no. No creo en ese ente llamado "Dios".
No creo en algo si ella no está involucrada. Esa fue mi reflexión, mi suerte, mi último aliento antes de sucumbir. "Tú alma por la de ella" El brillante ataúd quedó abierto y vacío, salpicado de mi sangre al igual que la guaraña. Santuario de ángeles. Ya no te es permitido entrar. Vives. Yo por tí muero...


Noem.

Hay algo que tengo que decirte. Hay algo que no puedo esconderte por más tiempo. Ese algo es mi ilusión, mi esperanza, mis ganas, mi libertad y sobretodo, ese algo, es mi felicidad. Tengo que decirte que... La he perdido. Fue hace tiempo cuando creí que ya nada podía dañar mi mente, la máscara se desquebraja y esos trozos no son fáciles de unir. No he intentado unirlos. Tampoco importa. Nada de lo que pueda contarte importa, pero bueno, ni siquiera sé lo que es importante o no. Me siento en un banco del parque, repaso las hojas del libro que se creó sólo el día que nací. Me siento tan horriblemente bien a veces. ¿Por qué? Esa es la pregunta retórica que nadie más que yo puede responder. Te necesito, como las olas necesitan la espuma para ser feroces. Mi fuerza es nula, siento que si no te veo ahora mismo, en este momento, algo se rompe dentro de mí, y ese algo eres tú. Tu recuerdo, tus "¡Hola!", tus risas, tus ojos mirando a través de la distancia. Tú. Ahora siento que tengo una razón para echarte de menos, una razón para perderte y volverte a tener, una razón para gritar, llorar y reír. Una razón para sentirme como me siento ahora. Una razón para encontrar mi felicidad. Una razón para pensar que nadie es totalmente imprescindible. Una razón para cambiar.

Y esa razón eres tú. No soy perfecta... Ni pretendo serlo. Sólo necesito una nota de solfeo que me eleve al infinito. El tiempo pasa deprisa y a veces se detiene cuando te siento cerca, sólo necesito un fa bien alto entonando la palabra "tú". Sé que por mucho que quiero jamás podré tenerte. Estás tan lejos. Sólo pienso en los segundos que faltan para vernos, me conformaría con contemplarte desde lejos, porque sabiendo que existes, ¿qué otra felicidad puedo albergar? Hace tiempo que dices que tienes que volver y... Bueno, nunca dijistes que te irías. Pensé que todo esto es sólo, dios, ¿cómo puedo decirlo en voz alta sin romperme en pedazos? Es sólo lo que tenía que ocurrir. Tú allí, yo aquí y muchas millas de distancia... Que alimenta mi pasión.
Te siento como la miel caliente de un vaso de leche paseándome por la garganta, calmando mi sed de frío al saber que sea como sea, mi máscara se ha tranformado en una sonrisa de hipocresía. Ya no sonrío como antes. Mis fantasmas me persiguen, las hadas desaparecen cuando me despierto, mi vestido verdeazulado se convierte en un simple pijama al amanecer. Soy princesa de este cuento sin final, sólo logra terminar con un punto y seguido cuando el sueño se acaba. Y no vuelve a renacer, se queda a medias.

Muchas veces desperté llorando. Y todas aquellas noches que te recordé.
Pienso en que esta no es la manera en como quiero que acabe mi historia que solo acaba de comenzar. O eso creo.


Noem.

Ella.


Dulce silueta de compleja anatomía enfatiza con mi cuerpo y mis incesantes deseos de tenerla. No lo soporto. Saber que ella y nada más que ella, ser humano igual que yo, se ha convertido en el eje de mis sueños, en el eje del bombeo de sangre a mi cuerpo desde el corazón. Alimento mi espíritu de sus acarameladas palabras que penetran sutilmente y hacen vibrar mis sentimientos como unas cuerdas vocales cantando una gran obra maestra. Como dijiste: Escribiría el mundo y no me convencería. Pues al igual que yo soy tu musa, tú compones los más longevos y hermosos actos, melodías al compás del viento, que detendrían el tiempo en el momento de juntar nuestros labios. No existe ningún paraje lo suficientemente perfecto para tí. No existe nada tan perfecto como tú y tus ganas de amarme. Si tú estás no existo yo, porque por más que quisera no podría sucumbir al verte y tenerte al lado, sería tener la culminación de un ángel tan bello que sólo se me ocurre esa palabra tan vacía para describirlo, porque no existe una descripción lo bastante amplia para decir cómo eres. Ni yo misma lo sé. Misteriosa, pícara, preciosa en todos los términos. Ella es la persona que me hace más feliz en el mundo. Y sin ella, sin ella no existe un yo. Por eso, por más que quisiera no podría quitarte el puesto que te has ganado con ventaja. Eres la reina de mi mundo, la personificación de mi amor, amor que contigo derrocho sin importarme si lo absorbes todo o no. Tenemos tiempo para darnos cuenta que somos unas desconocidas que se aman, que recorren por la noche los puentes que nos unen, que unen nuestros sueños. Porque si tocarte no puedo, imaginar, soñar un mundo contigo y con nadie más es mi gran ambición. La marca de tus besos en mi alma...

11 jul 2009

Lágrimas de cristal.


Lágrimas que renacen una y otra vez. Dicen que después de la tormenta suele venir la calma. Yo aún sigo en el centro del huracán, en el agujero negro de tus recuerdos y los míos, los noto. Recorren mi cuerpo como un ave fénix que renace, que quema mi piel, mi mente, me quema a mí. Tú eres todo lo que tenía para siempre, para lo único que usaba un "siempre", en cuanto te fuiste no lo volví a utilizar. Tu voz recorre mis sentidos, se fusiona con el sexto dándome a entender que quiere quedarse en mi interior, mi desgarbada anatomía no lo soporta más. Te necesita. Soy una adicta y tú formas mi sustancia preferida. Adicta a lo que se suene llamar "amor". Desecho los besos caducados y las caricias sin estrenar, mil lágrimas de cristal recorren mi intelecto, congelando mi mente y haciendo de mí una simple alma en pena más. Purgo mis pecados, purifico mis miedos, lloro. Aún así todo es inútil pues tú no vas a volver. He pensado en algo, puede que no sea verdad pero...Qué más da. He pensado que después de todo estas lágrimas forman parte de mí, de mi alma, de mi yo. Tal vez no pueda soportar el peso de tu marcha, tal vez esta soledad pueda con mis ganas de crear sueños para tí, tal vez acepte que no vayas a volver, pero para eso tengo una medicina. La vida no dura ni poco ni mucho, dura nada más y nada menos que toda la vida. Y por eso, tengo tiempo de recuperar el tiempo perdido. Tengo tiempo de recuperarte y volverte a perder.


Noem. (Gracias Dan..)

7 jul 2009

Huesos.


Y ya duele cuando no estás cerca pues tu voz rebota en mi interior contínuamente. Me quieres y yo siempre digo que lo sé, aún así siento que todo eso que creo saber no siempre es lo primero que se descubre. Aún permanece la estaca en la que se convirtió la astilla de tus besos, tan sólo llamándome vuelvo sin pensar que el deseo es fuerte, que dolerá eternamente y que, por mucho que me resista, siempre seré tuya hasta el final de los tiempos. Mis huesos no soportan tanto peso... Tus abrazos, tus besos, tus risas y tus llantos... Me los proporciona la mente cuando sólo me queda un último suspiro, aspiro aire que tiene de todo menos el oxígeno que me hace levitar cuando te veo. De ese oxígeno ya no tengo, se agotó en cuanto me dijiste adiós entre dientes, mandandome un beso hipócrita, haciendome llorar en el fondo de mi excesivo amor obseso...


Noem.