19 oct 2017

Los dolores

Algunos dolores son como el alquitrán. Otros resuenan como un zumbido que no cesa. Los hay que pueden llegar a cortar la mantequilla con el cuchillo en incandescencia del rayo que electrifica el ambiente; otros son simplemente el silencio que escapa entre las calles de una ciudadela en ruinas que fue abandonado por la humanidad en etapas ancestrales. La tela que es rajada entre dos manos en una habitación oscura e íntima en noches de lujuria.

Los primeros pueden resolverse fácil volviéndolos combustibles fósiles que pongan en marcha el motor de la creatividad. Los segundos se curan con la música. A los terceros les resuelve la comprensión. Los cuartos pueden encontrarse en su pasión por el arte que permite la expresión del individuo encarcelado en su mente. Los quintos... Nada tiene de malo resolverlo con sexo.