Hay cosas que nos hacen darnos cuenta de que no se puede hacer más, de
que ya has luchado suficiente, de que no se pueden sacar más conclusiones
porque no las hay, porque sólo hay una y esa es la única solución que podemos
utilizar.
Es posible que no estés de acuerdo con ella pero no puedes hacer nada
frente a eso, porque simplemente no te queda otra.
Y si, aún así, piensas que puedes hacer algo diferente a eso, que puedes
“escapar” de tu deber, de hacer feliz a lo que te rodea o de evitar que, si ya
lo es, deje de serlo. Huye. Huye de todo, del mundo y escóndete. Pero, ten por
seguro que te dolerá. Te dolerá tanto que no podrás olvidar que huiste, que lo
hiciste y que no sacaste fuerzas para luchar.
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